La candidatura del ministro de Hacienda a la presidencia de la República dependerá de si logra o no el apoyo de los líderes de bases del coloradismo, según detalló él mismo respecto a lo conversado con HC.
ESPERA. Peña indicó que cuenta con la confianza de Cartes y que su compromiso con el proyecto cartista lo llevó a afiliarse el año pasado al Partido Colorado, pero que la realidad es que existen otros actores dirigenciales que deben dar su beneplácito para que finalmente él sea el candidato del oficialismo.
“Hay una dirigencia con la cual yo, por mis funciones mismas, ya tengo un diálogo muy fluido, y hay otra con la que no, y bueno, capaz que ese es el grupo al que tengo que cubrir ahora, esa gente con la cual no tuve la oportunidad de conocer, escuchar, y que ellos me puedan escuchar a mí, para que finalmente se vayan disipando las dudas sobre el tipo de persona que soy, o qué es lo que yo podría hacer desde esa función. Así que ese es un poco el mensaje, hablar un poco más, escuchar, y si se da, se da, y si no, seguiremos sirviendo desde el lugar donde pueda ser útil”, manifestó.
PROYECTO. Respecto a qué haría si llega a la presidencia de la República, Peña señaló que consolidaría el modelo actual del Gobierno y dijo que no sería un títere de Cartes, ya que él mismo le da en sus funciones absoluta libertad para trabajar.
“Los recursos públicos tienen que ir a los sectores más vulnerables, y eso es algo que se inició con este Gobierno y tiene que continuar. Creo que hay áreas en las que hemos hecho avances enormes, pero, en un segundo gobierno, probablemente tenemos que dar un salto o una reforma, y eso requiere de la construcción de un consenso más amplio, no solo del presidente, sino de la sociedad en su conjunto, y creo que salud y educación son las dos grandes áreas donde tenemos que pensar en reformas revolucionarias”, dijo.
Sobre la enmienda, dijo que es el mejor camino para cambios constitucionales, apostó a cobrar y no aumentar impuestos, seguir con los bonos, y, consultado, dijo que habría votado por Fernando Lugo en 2008 y que no votó por Cartes en 2013 por estar de viaje.
El presidente me dijo que va a depender de mí, que yo soy el que tiene que ganarse el cariño de esa dirigencia de base.
Hay una dirigencia con la cual, por mis funciones, ya tengo un diálogo fluido, y hay otra con la que no.
En un segundo gobierno debemos dar un salto… En salud y educación tenemos que pensar en reformas revolucionarias.
La enmienda es un mecanismo más idóneo y más democrático para ajustar la Constitución.